martes, 20 de noviembre de 2012

Espejito, espejito...

Don Pecas & Cía. se han levantado hoy con una sola idea en su mente: ¡divertirse!
Así que han dado un paseo por la orilla del río, han charlado largamente con algunos vecinos y se han atrevido a jugar al peligroso, pero cada vez más de moda en el pueblo: "cuélate en la cola de..."
Objetivo: la panadería. Territorio hostil donde los haya. Propiedad de doña Rosa, doña Paquita, don Cosme y doña Puri, quienes prácticamente habitan allí de ocho de la mañana a dos de la tarde.
Cada uno de ellos puede repetir su famosa frase: "pase, pase y que le vayan atendiendo a usted", trescientas veces en seis horas, pero colarse sin su aprobación... ¡Eso es otra cosa!
Después de esquivar sus bolsazos e improperios, han ido a la casa de los espejos. Un lugar de obligada visita al menos una vez al mes para ver la cosas... ¿cómo decirlo? De otra manera.
Y es que, al final, nada es verdad o mentira, todo depende de qué refleja el espejo donde te miras.
Don Pecas & Cía. se han reído mucho al ver distorsionados sus cuerpos. Un espejo reflejaba su estampa achatada, otro alargada, otro con forma de pera, otro con la cabeza muy grande respecto al resto de su anatomía...
Todos sabemos que la imagen que se plasma la percibimos al revés. Como cuando miramos a alguien de frente. Pero, ¡oh, sorpresa!
Se han colocado uno al lado del otro sobre unos taburetes (Cía. a la derecha de Don Pecas) y el espejo, no sólo les ha devuelto su figura deformada, sino que además estaban justo al contrario, ¡y Cía. patas arriba!
¿Cómo es posible?
Han probado a colocarse de mil formas diferentes (bueno... sólo de cuatro formas diferentes, la última muy despacito), y siempre aparecían de esta guisa.
Así que Cía. ha dado un salto hacia arriba, aunque en el espejo parecía que caía hacia abajo, se ha agarrado al sombrero de Don Pecas y... ¿sabéis qué ha sucedido?
¡Pues que se ha caído al suelo! Como era de esperar...
¿O qué creíais? ¿Que atravesarían el espejo y por arte de magia se encontrarían en un mundo de fantasía en el que ellos serían los protagonistas de una absurda partida de ajedrez, entablarían amistad con toda suerte de personajes extraños, olvidarían sus nombres, subirían en barca y se convertirían en rey y reina, para finalmente descubrir que todo había sido un sueño?
¡Eso no se le puede ocurrir a nadie!

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