viernes, 28 de diciembre de 2012

¡Inocente!

¿Pero qué broma le habrán gastado a Don Pecas para dejarle con estas pintas?
¡Si él nunca saca las manos de los bolsillos!
Je, je... De acuerdo, lo reconozco... Algo responsable de esta circunstancia también soy. Je, je... Yo y ¡todo el pueblo! Bueno, todo el pueblo y yo.
Ayer Cía. nos contó sus planes y los aceptamos porque no iban a causar ningún daño a nuestro querido amigo.
Unos segundos antes de que sonara el despertador, tras haber sido extraídas cuidadosamente por mí, le ha puesto unas gotitas del líquido que contienen las bombas fétidas en el ala de su sombrero.
Como no se lo quita nunca, el éxito estaba asegurado. Je, je...
Después, los demás hemos hecho nuestro papel muy bien: "¡qué estupendo aroma se respira hoy!", decían unos, "¡huele que alimenta!", decían otros.
Así que el pobre Don Pecas, confundido, ha optado por ponerse una pinza en la nariz.
Un par de horas y unas cuantas gotitas más de olor a podrido, depositadas de vez en cuando con gran disimulo, han sido suficientes para reírnos con él (no de él) y sus caras cada vez que se quitaba la pinza con la esperanza de disfrutar de las fragancias que tanto alabábamos.
¿Y tú? ¿Has gastado alguna broma? ¿O has sido víctima de ella?

No hay comentarios:

Publicar un comentario